¿Las grandes compañías de seguros están realmente de su lado?

Hace unos años, CNN llevó a cabo una investigación de 18 meses para investigar cómo las principales compañías de seguros manejan los reclamos de las personas lesionadas en accidentes automovilísticos. Las lesiones incluyeron daño a los músculos, ligamentos y tendones, todos conocidos como "daño de tejidos blandos". Los resultados de este estudio son bastante reveladores y resaltan varias razones por las que necesita un abogado cuando ha estado lesionado en un accidente automovilístico.

Las compañías de seguros son empresas con ánimo de lucro. Su principal preocupación es ganar dinero para sus accionistas. No quieren pagar a nadie ninguna cantidad de dinero, sobre todo si es muy elevada. Los principales actores del mundo de los seguros forman a sus agentes para que hagan ofertas a la baja e intenten resolver los siniestros rápidamente y por muy poco dinero. Los resultados del estudio de la CNN corroboran estas conclusiones:

"Desde mediados de los años noventa, la mayoría de las grandes compañías de seguros -encabezadas por las dos mayores, Allstate y State Farm- han adoptado una dura estrategia de "lo tomas o lo dejas" a la hora de tratar estos casos. El resultado ha sido miles de millones en beneficios para las aseguradoras y poco, o nada, para el público."

dijo Shannon Kmatz, agente de policía y ex agente de reclamaciones de All State:

"Se animaba a los empleados de la empresa a deshacerse de los siniestros de forma rápida y barata e incluso ofrecían a las víctimas de accidentes tan sólo 50 dólares, diciéndoles que lo tomaran o lo dejaran".

50 dólares ni siquiera cubrirán tu copago, pero las compañías de seguros sólo quieren que te vayas, eximiéndolas de toda responsabilidad. Si sufres una lesión de tejidos blandos, lo más probable es que la compañía de seguros te ofrezca lo menos posible para resolver tu reclamación y espere que lo aceptes, amablemente.

Un abogado con experiencia en lesiones personales tomará una posición en su nombre para asegurarse de que estas ofertas de bajo costo ni siquiera estén sobre la mesa para que las considere. ajustadores o agentes de reclamos tratando de engañarlo. Sin uno, es casi seguro que le ofrezcan una suma irrisoria y le digan "tómelo o déjelo".